LUIS ENRIQUE

No me cansaré de trabajar apasionadamente educando y promoviendo un cambio de actitudes y de valores para ayudar.

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Aplicando los principios y valores de los multimillonarios más gigantes de el mundo se logra una riqueza y estabilidad espiritual. Desde casos tan simples como aprender un idioma, hasta crear inmensas fortunas empezadas desde cero.

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lunes, 23 de abril de 2018

Todo lo que tienes que saber acerca de los servicios a domicilio




Los hábitos de los consumidores han cambiado. Antes era importante tener un local para que conocieran tus productos. Los clientes salían a hacer compras y se acercaban a ti. Ahora tú vas a ellos.





Casi cualquier negocio puede adaptarse para que el cliente reciba los productos o servicios en la puerta de su casa. Y la verdad, es una tendencia de consumoque se está popularizando. Las personas son cada vez más caseras y prefieren tener todo a la mano sin salir de su hogar.





Y el motivo es muy sencillo: esta oferta produce una sensación de personalización del consumo. Ya no tienes que salir al centro comercial, esperar tu turno y tener contacto con desconocidos. Si te lo llevan a tu casa, no tienes que renunciar a tu comodidad mientras consumes.





Consumidores con autoconsciencia





Los consumidores son ahora más exigentes con lo que reciben. Saben que están pagando por un servicio o producto en específico. Quieren que cumpla con sus expectativasSi no les satisfizo, ya no titubean al quejarse.





Los clientes disfrutan cuando algo puede adaptarse a ellos: a sus horarios, a su ubicación, a sus necesidades. Si algo va a tu casa, a la hora que lo programas y como tú lo pides, sabes que nadie más está recibiendo lo mismo que tú





¿Se necesita un local?





Estos negocios tienen dos opciones: tener o no tener un establecimiento propio. Quienes lo tienen utilizan el servicio a domicilio como un complemento a su oferta. Lo vieron como oportunidad para ampliar su estrategia comercial.





Quienes se dedican exclusivamente a la venta por entrega a domicilio tienen retos distintos. Saben cómo adaptar sus técnicas de venta al perfil y los hábitos de sus clientes.





Aprovechan todas las herramientas que la tecnología les ofrece. A través de las redes sociales pueden promover su producto y anunciar promociones. Y en la medida que el presupuesto lo permita, podrán desarrollar su propia aplicación móvil.





Atractivos





Primero está la comodidad. Le ahorras al cliente el tiempo y el gasto del desplazamiento hacia un local. Va a disfrutar más de tu producto o servicio si le evitas la “incomodidad” que un espacio público podría producirle.





La personalización es otro aspecto. Aunque el negocio tenga modelos estándares del producto o servicio, las personas valoran más la flexibilidad. Lo que desean es sentir que puedes amoldarte a sus necesidades concretas.





Inconvenientes





El precio va a sufrir un ajuste. Por supuesto, el gasto de desplazamiento del repartidor o del profesional que dará el servicio deben cubrirse. En un local, se puede atender a varias personas a la vez. Pero una atención exclusiva se cobra distinto.





La tendencia a disminuir las oportunidades de socialización es un hecho. El servicio a domicilio es un aporte para la individualidad. Aunque las personas no se den cuenta de ello, es más enriquecedor poder salir e intercambiar opiniones o impresiones con otro cliente o el mismo vendedor.





A estas alturas la competencia ya es enorme. Han surgido muchos negocios que ofrecen este servicio y cada vez más lo adoptan. Para quienes apenas se están atreviendo a probar esta forma de consumo, está el riesgo de que alguien no experto en el sector les ofrezca su servicio y termine perjudicando al resto por darle una mala experiencia del cliente.





La demanda del servicio a domicilio va en aumento. Conoce a tus clientes y a tu competencia para que tu oferta sea la mejor. Identifica las oportunidades en este nicho de mercado.


Los tres amigos de quienes debes huir cuando comienzas a emprender




Lo primero que quieres hacer es contar tu idea a otros, ¿no es cierto? Has pasado meses y meses dándole forma en tu cabeza. Ahora, quieres que alguien la escuche. Vas con tus amigos y no faltan los que te felicitan, a los que no les hace sentido y los que te tiran de a loco. ¿Qué tienen en común? Todos ellos quieren ver tu idea cobrando vida.

¡Cuidado! No todos los consejos que te den, incluso los mejor intencionados, te van a beneficiar. Matt Boardman, un joven asesor de negocios, identificó a tres tipos de amigos con quienes debes poner distancia lo antes posible. No te estoy diciendo que jamás les vuelvas a hablar. Lo que te digo es que evites tocar el tema de tu negocio en la conversación.

1.- El crítico en extremo

La retroalimentación es una herramienta valiosísima para tu idea de negocio. Es el cincel con el que la irás perfeccionando. Tal vez estás tan enamorado de tu idea que te cuesta trabajo ver sus deficiencias. Es por eso que las opiniones desde una mirada externa ayudan tanto.

Aprende a escuchar y a tomar lo mejor de los consejos de los demás. El peligro de las personas que opinan demasiado es que pueden llegar a pensar que ellos tienen la verdad. Tal vez por su experiencia sí tengan más información que tú. Pero eso no los capacita para decirte lo que es mejor para ti.

Toma lo que puedan decirte del mercado, de la competencia, de las estrategias que creen que no funcionarán. Permite que señalen los problemas potenciales que ven en tu idea. Pero no les des poder a quienes quieren hacerte creer que tus opciones se limitan a lo que ellos te aconsejaron.

2.- El profeta de la fatalidad

Es el amigo que ve el fracaso detrás de cada una de tus ideas. No cree que funcionen y te puede dar un listado de lo motivos. Su crítica no es constructiva.
Quieren empujarte a que abandones tu idea. Y no con una mala intención necesariamente.
A veces es el amigo al que le da miedo arriesgarse. Es quien prefiere la comodidad de los ingresos estables. Cree que cualquier idea de emprendimiento es demasiado riesgosa. Si no conoce ni tiene experiencia en la categoría de productos en la que estás emprendiendo, su visión fatalista es aún peor.

3.- El optimista sin límite

Es todo lo contrario del anterior. Quieres recibir aprobación acerca de tu idea. Y eso está bien. Te has esforzado por ella. Lo que debes cuidar es que te quedes únicamente con los comentarios de lo buena que es.

Evita rodearte de gente que todo lo que te dice es lo grandioso que va a ser tu negocio. El ánimo y la confianza que te transmiten son buenísimos. Pero a sus comentarios les falta un toque de realismo. Las verdades difíciles son las que ayudan más.

Lo mejor es hallar un balance. Rodéate de quienes te den retroalimentación: no sólo halagos sino también críticas para mejorar. Tampoco seas radical y te guardes tus planes hasta haberlos llevado a cabo. Es muy peligroso que inicies tu negocio sin haber recibido un sólo comentario acerca de la idea.


5 hábitos para adaptarse a todo, según la inteligencia emocional






Enfrentarse al cambio y a la incertidumbre va a ser una realidad cualquiera sea tu ocupación. La inteligencia emocional es una clave para no quedar fuera de el futuro trabajo . Desarrolla estos hábitos y conductas para adaptarte a los cambios.


1.- Reconoce tu zona de confort


Es común que las personas corran a su zona de confort cuando se avecina el cambio. Es instinto. Pero a la larga podría convertirte en alguien rígido y sin tolerancia a la flexibilidad.


La inteligencia emocional no te hace inmune al deseo de reaccionar de esta manera. Te ayuda a reconocer cuando te ves tentado a quedarte en lo que ya conoces.


Conocer tus patrones de comportamiento y los factores emocionales que los despiertan te da ventaja para enfrentar cambios repentinos.


2.- Reconoce tus emociones negativas


Nadie se adapta al cambio y la incertidumbre ignorando cómo lo hacen sentir estas situaciones. Reconocer las emociones negativas es el primer paso para lidiar con ellas de manera exitosa.


El cambio te genera emociones totalmente opuestas: entusiasmo y ansiedad. No intentes suprimir ninguna. Evalúa si no se trata de una señal de alerta de tu intuición.



3.- Toma en cuenta otras perspectivas


Tu forma de hacer las cosas es sólo una entre miles. No existe una manera correcta única. Necesitas comprender que tu punto de vista podría tener un margen de error inevitable.


Considera nuevas ideas, inclusive las que parecieran ser contrarias a las tuyas. En vez de tener fricciones con quien piensa distinto a ti, recibe las nuevas iniciativas. Crea un ambiente en el que puedan fluir todas las ideas con posibles soluciones.


4.- Lee más allá de lo verbal


La presión de grupo en situaciones tensas puede hacer que alguien no se sienta cómodo para expresar su opinión.Aprende a identificar estos casos y acércate a esa persona. Su aporte puede ser valiosísimo.


Haz un esfuerzo por conocer el lenguaje corporal de tu equipo de trabajo. Podrás identificar lo que cada uno siente, aunque no lo diga. Esto hará maximizar el apoyo de tus colegas y podrán juntos adaptarse a las nuevas circunstancias.


5.- No reacciones impulsivamente ante las dificultades


Estás en un mundo que cambia cada vez más rápido. Los imprevistos, las complicaciones y los fracasos son inevitables. La clave no es evadir esos obstáculos, sino manejarlos de manera eficaz.


Reacciona hasta que hayas podido tomarte el tiempo para pensar en lo que está sucediendo y decidir cuál es la mejor opción para salir adelante. A veces es mejor no hacer nada al momento que hacer inmediatamente algo que podría tener resultados desastrosos.


Cuando trabajas con un equipo, lo peor que puedes hacer es enfocarte en buscar culpables por algún problema. Concéntrate en las soluciones. Es un ejercicio de paciencia y un buen momento para aplicar tus habilidades para escuchar a otros y crear un grupo comprometido en enfrentar las adversidades.


domingo, 15 de abril de 2018

Cómo mantenerte enfocado cuando tienes un horario flexible


El gran problema de la autonomía es que depende totalmente de ti tener las tareas listas. Debes ponerte tus propias fechas límite para terminar algo. Nadie te está exigiendo horas diarias de trabajo ni te asigna lo que cada día debes hacer.
Trabajar con un horario flexible requiere una gran organización y responsabilidad. Ya no tienes los límites a los que estabas acostumbrado antes de ser autónomo.
Gestiona tu tiempo para cumplir con tu trabajo y tener espacio para ti. Acá te dejo algunos consejos.
1.- Establece una rutina
Crea hábitos diarios. Es recomendable que inicies cada día de la misma forma, aunque después hagas cosas distintas. Por ejemplo, puedes leer o salir a correr por 30 minutos cada mañana. Hazlo siempre a la misma hora.
Los hábitos son patrones de conducta que nos ayudan a alcanzar una meta. Las rutinas diarias ayudan a aumentar la productividad. Correcto, ya no tienes que llegar a cierta hora a una oficina. Te toca establecer la hora a la que vas a comenzar a trabajar. No te retrases.
2.- Tómalo como un día normal de trabajo
Que tu horario de trabajo sea flexible no significa que no se trate de un trabajo. Míralo como tal. Hay tareas que debes cumplir y diariamente requieren de tu atención por horas.
Aunque tus actividades varíen, otórgale a cada día la misma importancia. Estableceparámetros que le ayuden a tu mente a entender que el día de trabajo ha comenzado. Puedes decidir todos los días bañarte y vestirte bien antes de ponerte a trabajar.
3.- Establece cuándo vas a detenerte
Debes conocer tu hora de “salida” del trabajo. Ya no hay señales ambientales que te indiquen que el día laboral ha terminado. En una oficina, por ejemplo, puedes ver que ya todos están regresando a su casa.
Programa una alarma. Haz que te indique que ha terminado tu trabajo por ese día. Si ya no hay nadie más que te establezca un límite de tiempo, tú debes hacerlo.
4.- Distribuye tus actividades del día
Puedes perder la noción de cuánto tiempo llevas trabajando en una sola tarea. Sueles pensar que tienes mucho tiempo para terminar algo. Entonces, no te mides y se te va todo el día ahí.
Ten a la mano una agenda en la que puedas programar las actividades del día. No se trata de anotar una lista de todo lo que tienes que hacer. Establece cuánto tiempo le vas a dedicar a cada tarea (de qué hora a qué hora).
En esa misma agenda, indica cuándo vas a tomar descansos y cuando vas a “salir” de trabajar. Recuerda tomar unos minutos para despejar tu mente y así aumentar tu productividad.
5.- Entiende el peligro de dejar las cosas para después
Corres el riesgo de sentirte inmune al paso del tiempo. Cuidado con no establecer momentos específicos para realizar tus actividades. Puedes pensar, “Tengo tiempo. Haré esto el domingo”.
La procrastinación es un autosabotaje. El 90% de las personas lo hacen al menos una vez al día.
Recuerda el propósito de la flexibilidad de tu horario. Está diseñado para permitirte distribuir tu tiempo de descanso como prefieras. Recuerda que es importante dedicar tiempo para ti y para tus relaciones. Prioriza estratégicamente todo lo que tienes que hacer.

sábado, 14 de abril de 2018

7 secretos de las personas más resilientes


La resiliencia es la capacidad que tienes para recuperarte de las situaciones adversas. Te permite adaptarte de forma positiva a esos cambios que no tenía previstos. Frank Niles, experto en liderazgo, dice que es la “habilidad para regresar al juego después de haber experimentado un fracaso”.

No se trata de una condición sobrehumana. Es algo que puede seguir aprendiéndosepara aplicarlo cada vez mejor. Considera estos secretos que comparte Harvey Deutschendorf, especialista en inteligencia emocional, para recuperarte de esos momentos difíciles.
1.-  Ten consciencia de ti mismo
Desarrolla un fuerte sentido de quién eres y de lo que es importante para ti. Tendrás más facilidad para resistir a las influencias externas que alejan a muchas otras personas de alcanzar su potencial.
Mientras trazas tu camino, es inevitable cruzarte con críticas. Esta consciencia interna te dará fuerza para que no te distraigas escuchando a quienes no aportan para el desarrollo de tu idea. Sigue algunos consejos para manejar las críticas en el trabajo.
2.- Busca lo positivo que puedes tomar de cada situación
Las cosas no siempre van a salir de acuerdo con el plan. Las personas resilientes buscan la lección de esa situación y lo toman como aprendizaje. No ven ese fracaso como el final de todo. Lo consideran un aprendizaje necesario que va a ayudarlos a mejorar mientras siguen adelante.
En vez de permitir que las complicaciones te desanimen, míralas como una parte inevitable del proceso de crecimiento. Prepárate mentalmente para lidiar con ellas. La resiliencia se fortalece cuando buscas la lección.
3.- Mira a largo plazo
La resiliencia crece cuando ves que la carrera es de largo aliento. Sabes que aquello que persogues vale totalmente la pena, sin importar las dificultades que se atraviesen. Te va a tomar tiempo, pero estás dispuesto a poner todo tu esfuerzo y persistencia.
Los resultados de tu esfuerzo puede que no se manifiesten de forma inmediata. No pierdas de vista que tu vida en el futuro dependerá del esfuerzo que realices hoy. Proyectar tu mirada hacia adelante te motivará a no rendirte aún cuando los beneficios tarden en aparecer.
4.- No olvides tu propósito
El propósito es una fuente de fortaleza para salir delante de situaciones difíciles. No dependerás de otros para recibir motivación. Tu motivación será intrínseca.
No limites tu mirada a tu rutina diaria. Mantén el propósito de tu trabajo en mente, más allá de lo que enfrentas día a día.
5.- No te desanimes por no tener todas las respuestas
Muchas personas piensan que no saber hacer algo es sinónimo de no poder hacerlo. Es una total mentira. No permitas que el hecho de no saber hacer algo te detenga. Cree que vas a hallar la forma de hacerlo.
Confía en tu habilidad para superar los obstáculos que se te presenten en el camino. Vas a enfrentarte a situaciones incómodas y difíciles. Acepta que son parte del proceso.
6.- Elige de quién vas a tomar inspiración
Busca un mentor a quien admires. Que sea alguien que ha alcanzado esos logros que persigues.
Puedes elegir a alguien que no conoces. Busca toda la información posible acerca de su proceso para alcanzar el éxito. Puedes leer sus libros o escuchar sus conferencias. Sé muy selectivo en esta decisión.
7.- ¡Recárgate!
La resiliencia no te hace menos susceptible a la presión y el estrés diario. Lo que hace es que te ayuda a desarrollar mecanismos para enfrentarlos de manera saludable.
Busca una actividad que recargue tu energía y te impulse a seguir persiguiendo tu pasión. Puede ser realizar ejercicio o algún pasatiempo. Tu crecimiento personal no es algo momentáneo. Hazlo tu forma de vida.

¿Cómo duermen los empresarios exitosos?


Mucho se escucha que los empresarios no duermen, ¿pero es realmente así? Estas líneas recolectan las experiencias sobre cómo exitosos emprendedores hacen que las horas de descanso jueguen a su favor y les ayuden a producir mucho dinero.

¿Cantidad o calidad de sueño?
Personas como el fundador de Twitter, Jack Dorsey; la ex CEO de Yahoo, Marissa Mayer, y la presidenta y CEO de PepsiCo, Indra Nooyi,afirman que más que la cantidad de horas para ellos es más relevante la calidad del sueño.
Y aunque especialistas, como el entrenador Chris Brantner, entrenador certificado en ciencias del sueño y fundador de SleeoZoo.con, sostiene que “la persona promedio necesita de siete a ocho horas para pasar por suficientes ciclos de sueño para rejuvenecer adecuadamente su mente y cuerpo”, esto es más fácil decirlo que hacerlo cuando hablamos de gerentes y empresarios. Dado que en las primeras etapas de cualquier empresa o emprendimiento,  lo más fácil es desplazarlo en sus listas de prioridades.
Para la entrenadora de negocios Agnes Cserhati, propietaria de AC Powercoaching, la respuesta es simple. Ella dice: “Si bien el sueño de calidad es importante, para los empresarios, trabajar en el negocio es tan importante como trabajar en el negocio, y es por eso que amamos trabajar mientras otros duermen. Este es también el momento en que surgen mis mejores ideas creativas e innovadoras y también cuando estoy libre de interrupciones externas.
“Un sueño de calidad de seis horas ha sido clave para mis 26 años como emprendedor, y si bien mantengo mi patrón de sueño habitual, dirigir un negocio internacional sí interfiere en mi rutina de sueño de vez en cuando”, sostiene Cserhati.
Ben Jackson, fundador de la empresa de alimentos de rápido crecimiento en América Latina, Capsicana,  indica que suele acostarse en el suelo de su oficina durante 12 minutos cuando se encuentra sin ideas.  “Realmente para mí la siesta es una poderosa forma de lidiar con las presiones de los negocios (…) Normalmente la tomo cuando estoy teniendo un bloqueo cerebral o una pausa energética”.
¿Es mejor trabajar de día o de noche?
Por otra parte, los empresarios que trabajan desde casa pueden tener problemas para dormir ya que carecen de una rutina. Nunca desconectarse del trabajo, por ejemplo, leer correos electrónicos hasta altas horas de la noche y trabajar muchas horas también puede causar estragos en su sueño.
Y aunque hay estudios que dicen que las horas de la mañana son más productivas, son muchos los emprendedores quienes aseguran que sus mejores ideas vienen en la noche.
Con relación a esto, Arianna Huffington, cofundadora de The Huffington Post, dice que hay un replanteamiento de cómo se ve el éxito como emprendedor, comenzando por el sueño y su conexión con la productividad, la claridad de pensamiento y el poder de toma de decisiones.
“Dormir es realmente importante para mí”, dice Murphy. “Sin embargo, dejo que mi cuerpo determine cuándo. En su mayoría es típico, pero si he tenido una larga semana o algunos días de tensión mental, podría tener una siesta en la tarde. Sé que soy mejor emprendedor después de un buen descanso y lo óptimo para mí son seis horas, no exactamente las ocho horas de Arianna, pero llegaré allí “.
Independientemente de los hábitos y patrones de sueño preferidos, lo que moverá la aguja para mejorar la calidad del sueño es establecer una rutina, dice Brantner. “Eso significa irse a la cama al mismo tiempo y despertarse a la misma hora todos los días, independientemente de si es tarde o temprano”.


viernes, 13 de abril de 2018

8 cualidades indispensables para un buen liderazgo


Los gerentes de hoy enfrentan una gran crisis: un tercio de sus empleados no creen en su gestión. El perfil de sus trabajadores ha cambiado y sus necesidades también.  En promedio, después de graduarse de la universidad, un millennial cambiará de trabajo cuatro veces antes de los 32 años.  Ante este reto, los líderes o se replantean su forma dirigir o ellos y sus empresas terminarán en el olvido.

La queja más recurrente entre los equipos de trabajo es que sus líderes no son dignos de confianza. Ahora bien, este no tiene que ser el caso de tu equipo, acá las cualidades que Daniel Wang, creador de Loopring Protocol y fundador de la Loopring Foundation, sostiene todo líder de hoy debe tener:

1.-Entusiasmo sincero

Sí, un entusiasmo genuino y sostenido. Los empleados, que son liderados por gerentes que creen  fervientemente tanto en su proyecto como en su equipo, son personas que tarde o temprano contagiarán ese entusiasmo a quienes estén a su alrededor.

Wang dice que ser entusiasta ayuda a un líder a identificar problemas clave existentes en su industria. “Cualquier innovación comienza a partir de estos problemas y finaliza con productos y servicios, con algunos de los problemas clave resueltos”,dijo.

2.-Ante todo, integridad

Hacer lo correcto aunque no sea la opción más popular o beneficionsa para el proyecto de momento. “Cuando la gente ve que los líderes carecen de integridad, puede ser casi imposible recuperarse”, dijo Wang. “La confianza perdida es difícil de recuperar”.

Ser un líder integral incluye reconocer tus errores, dar créditos cuando alguien de tus trabajadores tuvo una buena idea y salvaguardar la seguridad y calidad del proyecto y tu equipo.

3.- Buenas habilidades de comunicación

 Puedes tener grandes conocimientos técnicos y grandes ideas, pero si no sabes comunicarlas no haces nada. Tampoco logras mucho si no sabes escuchar. Para Wang “Los líderes que no desarrollan estas habilidades a menudo son percibidos como débiles y con la boca llena de harina”.

4.- Lealtad es la clave

Los verdaderos líderes entienden que la verdadera lealtad es recíproca. “Los grandes líderes se ven a sí mismos como en una posición de servicio a los miembros de su equipo”, dijo Wang. “Los empleados que creen que el liderazgo es leal a ellos son mucho más propensos a mostrar su propia lealtad cuando es importante”.

5.- Determinación

Los líderes no solo deben estar facultados para tomar decisiones por su cargo, sino por su carácter.  Comprenden que tienen tomar decisiones aunque estas siempre no sean aplaudidas por todos y puedan suponer riegos. Wang explica que los jefes que no toman decisiones son ineficaces. Muchos líderes dan largas al debate y luego crean una decisión por partes que no satisface a nadie. Buscar siempre un consenso puede tener un efecto negativo.

6.- Sabes entrenar

No basta con ser bueno en tu trabajo, es vital saber orientar, dirigir, motivar e inspirar. Wang ilustra este punto con el béisbol. Si bien casi todos los entrenadores de las grandes ligas tienen antecedentes como jugadores, los jugadores más exitosos no son necesariamente los entrenadores más destacados.

7.- Empodera

Un buen líder capacita y empodera a su equipo. El experto asegura que cuando los empleados tienen más poder, es más probable que tomen decisiones que redunden en el mejor interés de la empresa y del cliente. Por eso invita a los líderes a darles un poco de licencia para que se salgan del guión de vez en cuándo.

8.- Tiene carisma

Es así, las personas son más propensas a seguir el ejemplo de aquellos quienes son dueños de su agrado. Los mejores líderes son bien hablados, accesibles y amigables. Muestran un cuidado sincero y no fingido por los demás. “A las personas en todos los niveles de una organización les resulta fácil relacionarse con ellas y seguir su ejemplo”, concluyó Wang.

Sin duda, estas cualidades forman parte del ADN de un líder capaz de enfrentar los desafíos de gerenciar, motivar y potenciar a un equipo de trabajo millennial. Cuéntame, ¿cuáles de estas cualidades tienes y cuáles necesitas trabajar más?

 

jueves, 12 de abril de 2018

7 reglas de oro para iniciar con un salón de belleza con éxito


Desde hace tiempo te viene rondando en la cabeza la idea de abrir una estética o salón de belleza, tienes las habilidades y la pasión, pero aún no sabes cómo empezar. Mantén la calma y ten en cuenta esta siete reglas que no solo te permitirán iniciar tu emprendimiento también mantenerlo en el ruedo:
1.- Empieza con convicción
Ser dueño de tu propio negocio no es una decisión que se debe tomar a la ligera,pues no solo impactará tu vida profesional también tu estilo de vida. Después de todo, pasarás de ser un empleado con un jefe a tener muchos jefes (clientes). Se necesita coraje y determinación para tomar las riendas de un negocio, pero si ya tomaste la decisión, ve con todos los hierros.
2.- Identifica tus debilidades y fortalezas
Llegó el momento de hacer preguntas y buscar respuestas .¿Conoces el mercado? ¿Tienes conocimiento y técnica del área? ¿Tienes capital? ¿qué tan bueno eres con las relaciones laborales? Una vez que tengas identificadas tus debilidades y fortalezas,trabaja en tus carencias, fórmate o busca aliados que te pueden ayudar en esos puntos en específico. 
3.- Todo enseña, incluso lo malo
Hablemos claro: no reiventarás la rueda. Hay muchísimos ejemplos de negocios similares, tanto buenos como malos, que te pueden ayudar a saber qué puede funcionar y qué no, ¡estúdialos! Esto te ahorrará tiempo y errores.

4.- Ten una visión panorámica del negocio
Para lograr esto lo primero que debes hacer es organizar todo en papel, en una tabla de Excel o cualquier otra plataforma. Toma en cuenta los aspectos que de forma directa o indirecta influyen en el desarrollo de tu negocio: proveedores, personal, servicios, costos y gastos, inversión en publicidad, marketing y demás.
5.- Define bien tu público objetivo
Por favor, no me digas que solo mujeres y hombres, o peor aún, que para todo público.  Tener claro y definido al público que le ofrecerás tus productos o servicios es indispensable. ¿Son mujeres? ¿de qué edad? ¿cuál es su nivel socio-económico? ¿estudiantes o profesionales? ¿cuáles son sus intereses?
6.- Escoge bien la ubicación
En función al punto anterior busca una infraestructura física que se adapte a las necesidades y preferencias de tu público objetivo. Recuerda: lo que proyectas es lo que atraes.
Muy importante: ten en cuenta puntos como el cableado eléctrico, puntos de venta, estacionamiento, ventilación, iluminación, espacio para mobiliario. Esto te evitará inconvenientes y dolores de cabeza en un futuro.
7.- Planifica una estrategia marketing tanto para lanzar como mantener
Ya tienes el local, los proveedores, el equipo humano y los implementos de trabajo, pero llega el día de la inauguración y nadie visitó tu local. El error está en no invertir tiempo y dinero en una buena campaña de lanzamiento. Crear expectativas y mostrar la experiencia de lo que será una tarde en tu estética,  ayudará y mucho al momento de captar clientes.
Aplica estas siete reglas antes de empezar y te aseguro habrás allanado gran parte del camino e iniciado con paso firme tu salón de belleza o estética.

La ciencia de la felicidad, en cuatro simples hábitos


Puede haber cientos de razones por las que no te sientes feliz en tu trabajo. Para mejorar esta situación, no es necesario que cambies de empleo o cierres tu negocio.
Según la doctora Emiliana Simon-Thomas, investigadora de la Universidad de California en Berkeley, todos somos capaces de sentirnos más felices en nuestro trabajo. Practica cuatro sencillos hábitos que elevarán al máximo tu potencial para sentir felicidad sin importar las circunstancias.
1.- Disfruta intencionalmente los buenos momentos
Los efectos de los desafíos en el trabajo son distintos en cada persona. Simon-Thomas dice que, tras enfrentar el mismo problema, un individuo puede salir reanimado y otro lleno de ansiedad o depresión.
La investigadora explica cómo podemos ser del primer grupo de personas: “Nuestros días en el trabajo raras veces van a ser continuamente placenteros. Pero cuando lo sean, valora esos momentos. Basta con que seas consciente de sus puntos débiles y puedas reírte de ellos, te atrevas a proponer ideas y defenderlas, y te enfoques en lo que está saliendo bien”.
Mantén estas actitudes para obtener lo mejor de los desafíos en tu espacio de trabajo. Encuentra soluciones creativas a cada problema. Estarás creando situaciones en las que las cosas salen bien. Son oportunidades para disfrutar.
2.- Encuentra o crea el propósito de tu trabajo
Las personas que son felices en sus trabajos persiguen un propósito más grande. Esto de por sí ya es un pilar en la psicología de la motivación.
“Las personas cuyas actividades diarias son guiadas por una sensación de propósito son más felices en la vida”, señala Simon-Thomas.
Cada equipo de trabajo debe poder ver que su contribución genera una mejora en su área dentro de la compañía, en el negocio y en el mundo. Ten en claro por qué importa lo que haces. Ayúdale a tu equipo de trabajo a verlo también.
Toma el tiempo para descubrir tu propósito. Si sólo te sientes una pieza más del engranaje, intenta mirar tu trabajo de otra forma. Pide ayuda para entender cuál es la contribución de lo que haces.
3.- Mejora tu capacidad de adaptación
La resiliencia es la habilidad para recuperarte de los problemas que parezcan abrumadores, y seguir adelante.
Si algo sale mal, Simon-Thomas recomienda que “respires profundamente, recuerdes que es un episodio temporal, y consideres las circunstancias externas que influyeron”.
Este sencillo ejercicio de concientización te puede ayudar a tener más resiliencia. Después de todo, los inconvenientes son inevitables. Asegúrale a los demás que la próxima vez lo harás mejor. Esta mirada positiva hacia adelante te ayudará a dejar de lamentarte por errores pasados. Te hará sentir contento por tener la oportunidad de corregir y crecer.
4.- Sé amable
Ejercita tu habilidad para construir relaciones. En el trabajo te sentirás feliz si sabes que cuentas con un equipo en el que puedes confiar y apoyarte. Muestra un interés genuino en los demás, empatía, compasión, generosidad y gratitud.
La amabilidad también se trata de estar dispuesto a reconciliarte cuando existen conflictos interpersonales. Ofrecer una disculpa te hace ganar respeto, y perdonarcalma el estrés.
El ambiente de trabajo sigue atado a una cultura de jerarquía. Eso impide muchas veces que las personas puedan confiar entre ellas, tengan un trato respetuoso y se apoyen. Ser amable es la mejor forma de romper con estas normas y ser más feliz en el proceso. Vas a contagiar a otros, y las personas alrededor de ti también se sentirán más felices.

6 trucos para mantenerte enfocado todo el día


Aclaro, no se trata de eliminar tus descansos y pausas mientras trabajas. Además, sé que es imposible eliminar todas las distracciones que en realidad no deseas. Pero hay hábitos que, si agregas al principio de tu rutina diaria, te ayudarán a recuperar más rápido tu enfoque en lo que realizas durante todo el día.
1.- Sal a caminar
No necesitas hacer una rutina de ejercicio pesado en la mañana. Si es con lo que tú te sientes bien, adelante. Pero considera el resto de las alternativas. El doctor canadiense Dani Gordon, experto en desempeño mental, asegura que “caminar ha sido subestimado”.
En realidad, es una actividad que te permite pensar y generar ideas. Es un momento en el que estás tranquilo, ideal para que tus ideas puedan comenzar a estructurarse. Así, cuando más tarde llegues a trabajar, estarás listo para enfocarte en las tareas, en vez de perder tiempo intentando organizar tus pensamientos y concentrarte.
2.- Ordena tu lugar de trabajo
“Tu atención está programada para enfocarse en las novedades”, afirma Josh Davis, director del NeuroLeadership Institute (Instituto de NeuroLiderazgo). Si en el espacio donde trabajas hay algo que no estaba ahí antes, tu cerebro va a querer reconocerlo. Entonces te va a tentar para que descubras qué es. Y no te va a dejar en paz hasta que lo hagas.
Lo mismo pasa si tienes objetos que te recuerden que tienes una tarea incompleta. Te pueden generar estrés, y definitivamente vas a estar pensando en ello mientras intentas hacer algo más. Toma unos minutos para llevar a un lugar menos visible todo aquello que podría potencialmente ser un distractor.
3.- Crea un hábito repetitivo
Piensa en algo que podrías realizar todos los días antes de trabajar. Que sea algo que requiera de tus más altos niveles de concentración.
Realizarlo va a entrenar a tu cerebro para enfocarse en una sola cosa a la vez. Y es un comportamiento que podrá repetir el resto del día.
4.- Toma un baño con agua fría
Para muchas personas el café es la solución. Es lo que las mantiene despiertas al inicio del día. Pero hay un riesgo: te altera o experimentas a las cuantas horas un bajón de energía.
Bañarte con agua fría te va a despertar en un instante. Pone alerta todo tu sistema. Y sin los riesgos del café. Claro, deja a la mano tu ropa para vestirte pronto.
5.- Elige cada día una tarea distinta para comenzar
Crea tu propio antídoto para el aburrimiento. Cambia la prioridad de cada día. Así podrás iniciar cada mañana con una tarea distinta. Elige algo que has estado procrastinando.
6.- Anota tus preocupaciones
Puede haber mañanas en las que despiertas con ansiedad, pensando en todo lo que tienes que hacer ese día. O arrastrando un problema del día anterior. Toma un cuaderno o abre tu bloc de notas. Escribe todo lo que te tiene tan angustiado.
Un estudio de la Universidad de Chicago descubrió que los estudiantes que hacían esto antes de sus exámenes habían mejorado un punto en sus calificaciones. Quieras o no, estos pensamientos consumen energía de tu cerebro, que necesitas para trabajar y resolver situaciones.
Ver esto por escrito libera espacio en tu mente. Además, te obligas a identificarlo con más claridad y buscar una solución. Así dejarás de pensar en los problemas obsesivamente y podrás enfocarte en lo que sí requiere tu atención.

Con estas expresiones parece que no tienes idea de lo que estás diciendo


El miedo a sonar muy autoritativo puede hacer que adornes tu mensaje y pierda claridad. Debes asegurarte de que tu receptor recibe la misma idea e intención del mensaje que tú quisiste darle.
Claridad no es sinónimo de insensibilidad. No cambies tus palabras sólo porque crees que son muy “directas”. Si te comunicas con tu equipo de trabajo con ambigüedades, olvídate de que entiendan tu idea.
El problema es que ellos también van a pensar que suavizar las palabras es la mejor forma de comunicarse. Y el único resultado van a ser unos malentendidos fenomenales.
Judith Humphrey, experta en comunicación en las empresas, aconseja evitar algunas expresiones. Así, sonarás convencido de lo que estás diciendo:
1.- “No estoy muy seguro, pero…”
Es válido estar inseguro de algo. Pero si inicias una oración así, cuando en realidad estás seguro de lo que vas a decir, sólo te resta credibilidad. ¿Por qué considerarías como cierto lo que alguien te dice si reconoce no tener seguridad de ello?
Lo mismo pasa con “En mi humilde opinión”, “Pienso que tal vez”, “Es una pregunta tonta, pero”. Esta modestia no va a ser de ayudapara que presentes una solución convincente. Si te encuentras discutiendo un tema complicado, todos van a agradecer ideas concretas.
2.- “A mí como que me parece que…”
Hay dos opciones si dices esto: van a pensar que ocultas algo o que de verdad no tienes idea de lo que estás diciendo. Le quita a tu mensaje transparencia y fiabilidad.
Supón que un gerente de ventas le dice a su equipo: “Creo que me parece que deberíamos retomar el contacto con aquel cliente. ¿Qué opinan?”. No van a estar seguros de si es una orden con palabras suaves, una sugerencia, o si no está convencido y de verdad quiere recibir opiniones.
3.- “Quizás”, “En gran parte”, “Posiblemente”
Deja de crear incertidumbre en los demás. Su confianza en ti crece cuando tú muestras seguridad en lo que les ofreces.
Imagina que un empleado le dice a su supervisor, “El proyecto está completo en gran parte”. ¿Lo está o no lo está? Es preferible decir cuándo va a estar terminado por completo o puntualmente qué es lo que falta.
Ahora, un cliente escucha algo así: “Esto es básicamente un problema en el software. Posiblemente nosotros podamos arreglarlo pronto”. Generalidad tras generalidad. ¿Te das cuenta? El cliente no sabe si le vas a dar una solución o no.
4.- “Estaba pensando que…”/ “Quería señalar que…”
No hables en pasado. Da la impresión de que ya no estás tan convencido de lo que vas a decir. Iniciar en pasado resta atención al resto de las palabras.
Cuando tienes un pensamiento que consideras pertinente expresar, no crees confusión con preámbulos así. Tus receptores van a percibir indecisión en tu mensaje si aterrizas en el punto central después de las turbulencias de estas expresiones.

miércoles, 11 de abril de 2018

La ciencia revela cómo mantener la juventud de tu cerebro


El cerebro humano mantiene su flexibilidad y su plasticidad por mucho más tiempo de lo que imaginamos. Esto es lo que te permite seguir aprendiendo cosas nuevas.
Tradicionalmente, se pensaba que el cerebro terminaba de desarrollarse a los 18 años. Después de eso, ya no había cambios por hacer. Esto quería decir que te quedabas con la personalidad que desarrollaste hasta ese momento. Pero estudios recientes muestran resultados distintos.
La ciencia ha descubierto que el cerebro se moldea y cambia su forma de acuerdo con todo lo que experimentas hasta los 25 años. “Entre los 25 y los 65 años, puedes realizar algunas actividades para mantener la plasticidad de tu cerebro”, afirma la neurocientífica Tara Swart.
Aun si comienzas a hacer estas actividades a los 40 años, estás a tiempo para disminuir el efecto del deterioro cerebral, que es natural entre los 65 y los 70 años. Aquí hay algunas recomendaciones:
1.- Dormir bien
Recuerda que el descanso es el que renueva tu energía. No sólo se trata de la física, sino también de la mental. Tu cerebro no deja de trabajar en ningún momento, pero lo hace en distintos planos.
Cuando dejas de forzar conscientemente las ideas, como sucede cuando duermes, es más fácil que hagan conexiones que no habías descubierto.
2.- Realizar ejercicios aeróbicos y tener una dieta que nutra tu cerebro
El ejercicio y la alimentación van de la mano. Los estudios de las National Academies of Science, Engineering & Medicine (Academias nacionales de ciencia, ingeniería y medicina) señalan que la evidencia científica reconoce la importancia del ejercicio físico y una buena presión arterial a mediana edad.
Va a ser muy difícil que tu cerebro se mantenga ágil cuando seas mayor si tu cuerpo va a tener que enfocar su energía para suplir sus descompensaciones.Disminuye el consumo de sal. Sal a caminar o a correr. Ejercita también tu cerebro descubriendo caminos y después trazando nuevas rutas.
4.- Tener relaciones sociales saludables
Enfrentarte con personas tóxicas es muy desgastante. Consumen energía que necesitas para enfocarte en tareas verdaderamente productivas. Refuerza las relaciones que te animan para seguir aprendiendo.
Rodéate de aquellos con quienes tu mente no esté en constante tensión. Puedes seguir algunos consejos para lidiar con personas tóxicas.
5.- Aprender algo nuevo
Repetir una y otra vez los mismos ejercicios que prometen aumentar tu agilidad mental se vuelve inútil. Dejan de ser un desafío para el cerebro. Mejor busca aprender una nueva habilidad fuera de tu zona de confort.
Las mejores herramientas para un cerebro adulto son aprender un nuevo idioma o a tocar un instrumento musical. Son actividades que exigen un alto nivel de concentración. Obligan a tu cerebro a adaptarse y ejercitar su flexibilidad. Usar la memoria hace que el cerebro crezca.

3 trucos para llegar a tiempo en las mañanas


No tienes que elegir entre dormir cinco minutos más o llegar a tiempo. Sólo simplifica tu rutina matutina para salir de casa sin prisa y preocupado por llegar tarde. Ya sea que necesites presentarte en una reunión, un compromiso o en tu trabajo, puedes aplicar estos sencillos trucos:
1.- Deja todo listo desde la noche anterior
Salir de casa en la mañana puede resultar especialmente estresante. Es fácil sentir que el tiempo se te viene encima. Afortunadamente, lo puedes evitar preparándote para el momento de salida.
Una noche antes puedes dejar lista tu comida para día siguiente, tu ropa planchada o tu mochila para el gimnasio organizada. Puede costarte trabajo hacer este ritual antes de dormir. Entonces dedica un día de la semana para preparar la comida, otro para planchar tu ropa y así con cada cosa que te retrasa en la mañana.
2.- Elimina o reduce tu tiempo frente a la tecnología
Lo más común es encender la televisión mientras te preparas para salir. Está bien, puedes estar apurándote haciendo otras cosas mientras la pantalla está en lo suyo.
Pero es distinto con el celular. Si comienzas a leer artículos o correos, a responder mensajes o a revisar tus redes sociales, es facilísimo que pierdas la noción del tiempo.
Proponte no revisar tu celular sino hasta que ya estés completamente listo para salir. Primero revisa si aún tienes tiempo de hacerlo. O en todo caso, establece cuánto tiempo vas a pasar en él. Puedes activar una alarma que te avise cuando sea momento de salir.
3.- Evita las pequeñas tareas en la mañana
Puede que haya tareas que no hiciste el día anterior y que en la mañana resultan urgentes. Aparta un tiempo cada tarde, los fines de semana o en tu hora de comida para atender esos pendientes. Puede tratarse de hacer un pago o una llamada personal.
Puedes proponerte no ir a dormir sino hasta haber realizado estas tareas. No se trata de hacer cambios radicales en tu rutina matutina. Sólo se necesitan pequeños cambios para ver grandes resultados.
Si te cuesta trabajo recordar estos nuevos hábitos anótalos en tu agenda todos los días. Puedes iniciar con un solo cambio e ir agregando los demás poco a poco. Verás que ya no vas a salir con prisa en la mañana y sí vas a llegar a tiempo. ¡Y sin levantarte más temprano!

3 trucos para vencer el aburrimiento en el trabajo


Tarde o temprano llega el punto en el que te aburre lo que empezaste con mucho entusiasmo. No se trata de las tareas que realizas, sino de cuándo las haces. Simplemente se trata de cómo administras tu tiempo.
Identifica tus horas más productivas
Conoce en qué momento del día rindes mejor. No acumules ahí todas las tareas aburridas. Te hará perder tus mejores horas. Y después ya vas a llegar muy irritado a realizar los pendientes que en verdad querías hacer.
Si tienes un jefe y la opción está abierta, solicítale un horario más flexible. Tu solicitud debe estar basada en las horas que consideras que eres más productivo y que darás mejores resultados. No lo hagas para evadir las horas en las que ya te sientes cansado o aburrido.
Puedes proponer que sea sólo un día a la semana para que puedan comparar tus resultados, como prueba. Podrías entrar y salir más temprano, o más tarde. Depende de si trabajas mejor al inicio o al final del día.
Si no hay opción de negociar este cambio, acomoda las tareas más tediosas para cuando tus niveles de energía van disminuyendo. Muchas veces te aburren porque exigen lo mínimo de ti, no representan un desafío del que puedes aprender.

Deja hacer las tareas aburridas todas juntas
Haz una lista de todas tus responsabilidades y anota el tiempo que te toma hacerlas. Ahora, acomódalas según tu nivel de interés en ellas. Si las negativas son más que las positivas, es una señal de que algo tiene que cambiar ahí.
Si puedes delegar algunas de las tareas en las que tienes poco interés, hazlo. Otra opción es planificar tu día intercalando las tareas aburridas con las que te entusiasman más. Mientras haces una tarea aburrida, pensar que en cuanto la termines podrás hacer algo que disfrutas te va a animar.
Busca oportunidades y conviértelas en tuyas
Hacer tu trabajo más interesante es tu responsabilidad. Sólo tuya. En todo equipo de trabajo habrá un proyecto o una tarea que les permita aprender y crecer. Si lo asignan a alguno de tus colegas, acércate a él.
Pregúntale qué hizo para obtenerlo. Proponte como meta que te lo asignen a ti la próxima vez. Inclusive podrías preguntar a tu jefe qué cambios necesitarías hacer en tu esquema de trabajo para alcanzarlo.
Otra opción es tomar la iniciativa y proponer esas tareas que preferirías hacer. No sabrás si ahí está tu oportunidad para deshacerte de las tareas aburridas hasta que lo intentes. Tu día de trabajo podría convertirse en una experiencia menos tediosa.
Si te sigue costando trabajo sentirte motivado en tu trabajo, busca fuera de él algo que te mueva. Proponte cualquier otro objetivo que no se relacione con lo que haces dentro de la oficina. Por ejemplo, busca un pasatiempo que puedas realizar tan pronto como salgas de trabajar.
Crea tu gratificación. Trabajarás con más entusiasmo y disposición si sabes que tu esfuerzo te llevará a algo mejor después

martes, 10 de abril de 2018

La ciencia mostró cómo la felicidad y la toma de decisiones están vinculadas


Existe una brecha entre desear tener lo mejor y aceptar lo que parece ser lo suficientemente bueno. La psicología ha descubierto que existen dos tipos de personas cuando se trata de tomar decisiones. Puedes ser quien busca maximizar el beneficio de sus compras (maximizer) o quien sólo busca quedar satisfecho (satisficer).
El segundo grupo (satisficer) suele ser más feliz, según investigaciones de Swarthmore College. Las personas que enfocan su esfuerzo en elegir lo que les dé el mejor beneficio a largo plazo (maximizer) tienden a arrepentirse continuamente por sus elecciones.
“Si te esmeraste por obtener el mejor trabajo y de pronto tienes un mal día, no importa qué tan bueno sea tu empleo. Vas a pensar que seguramente afuera hay algo mejor”, señala Barry Schwartz, profesor en la Universidad de California en Berkeley.
Quienes buscan maximizar también son propensos a compararse con otros. Es la única manera de establecer un criterio sobre lo que es mejor. Y esto despierta envidia, lo cual activa una sensación de miseria frente a los demás.
Ahora, si te identificaste con este grupo, no todo está perdido. Puedes modificar tu forma de ver las cosas, aunque te tomará un poco de esfuerzo. Acá hay algunas formas de iniciar este cambio.
Sé práctico
Ser sabio es saber reconocer que la idea de tener lo mejor es absurda. Es un ideal platónico. Además, todos vivimos con límites. Lo que tú piensas que es lo mejor tal vez no está a tu alcance. En vez de enfocarte por conseguir lo mejor y frustrarte si no lo tienes,toma decisiones basándote en criterios prácticos.
Sé honesto. Puedes desear una casa enorme. Y está bien si es que eso es algo de verdad importante para ti. Pero podrías también considerar que esté cerca de tu lugar de trabajo o que tenga un espacio adecuado para tu mascota.
Descubre qué es lo que te satisface
No se trata de transformarte en alguien totalmente nuevo para tomar decisiones. “Nadie busca maximizar todo el tiempo”, dice Schwartz. Puede que pases meses buscando cuál es el mejor auto, pero te sientas satisfecho comprando cualquier papel higiénico que esté en descuento.
La idea no es que aprendas una nueva habilidad. El objetivo es que utilices más esa capacidad de satisfacción que ya tienes.
Cambia tu marco de referencia
Ya hablé de la comparación. Sueles ponerte junto a quienes tienen más y algo mejor (según tus criterios). ¿Sabes cuál es la fuente más grande de este comportamiento? Las redes sociales. Claro, tus contactos muestran “lo mejor”. Sé consciente de esto. Aprende a contentarte con lo que es suficientemente bueno.
Delega
Podrías disminuir el tiempo que le dedicas a una decisión. Sólo tienes que convencerte de que las cosas no tienen que salir perfectas. Porque la perfección también es una ilusión. Lo que es perfecto para ti no necesariamente lo va a ser para otra persona.
Puedes delegar esas decisiones a alguien que posiblemente tenga más experiencia que tú en el tema. O pedirle consejo. Podría decirte qué decisión tomó él, con la que ahora se siente contento.
Asígnale un valor a tu tiempo
El tiempo es limitado. Mientras buscas elegir lo mejor, ya perdiste tiempo que pudiste haber pasado disfrutando de tu elección.
Anota todo lo que tienes que hacer en el día y en la semana, y asigna un límite de tiempo para atender cada tarea. Cuando se trata de tomar una decisión, establece cuánto tiempo vas a pasar buscando la respuesta. Y cíñete.

6 formas de dirigir un equipo de trabajo sin decir una sola palabra


Lo creas o no, puedes dirigir con total autoridad una oficina aún cuando no estás pronunciando ni una sola palabra. Acá te dejo una serie de tips que te ayudarán a liderar de forma efectiva y saludable un equipo de trabajo:
1.- Reconoce a las personas en la entrada y en la salida
No llegues a la oficina a sentarte y ya. Cuando llegues trata de mirar a todos y sonreirles, de esta forma identificarás quienes están y quienes no, así como ellos notarán que tú estás al tanto de la existencia y participación de cada uno.
Recuerda que cuando las personas se sienten reconocidas, se sienten importantes. Es un acto simple e impresionable que te hará ganar respeto y consolidará tu liderazgo.
2.- Escoge bien el lugar donde te sientas
Si vas a entrar en una reunión y es una mesa, nunca te sientes al costado. Entra al juego, involúctrate. Esto hará que los demás te den la importancia que mereces en la toma de decisiones.
3.- Mira a tu interlocutor
En una reunión evita que tu mirada esté todo el tiempo en tu celular o en tus notas. Busca siempre mirar a quién esté hablando. Hazlo de forma relajada, que realmente el otro sienta que le estás escuchando. Mirar al otro mientras habla forma parte una escucha activa.
Recuerda que cuantas más personas se sientan escuchadas, más se relacionarán contigo y te escucharán cuando hables.
4.- Cuida tu lenguaje corporal
Por muy difícil que sea una situación en el trabajo, trata de ser muy consciente de tu lenguaje corporal. Los movimientos nerviosos como sacudir el pie o girar la pluma distraen. No corras el riesgo de que la gente te recuerde por tu inquietud y no por tu presencia ejecutiva.
5.- No te achiques
Sí, no tengas miedo de ocupar espacio. Mantén tus brazos abiertos y desbloqueados. Descansa los brazos a la altura de los hombros sobre la mesa. No tuerzas las piernas en una trenza. No intentes hacerte más pequeño. Permítete ser visto. Usa tu lenguaje corporal para comunicar tu confianza.
6.- Inclínate para escuchar
Esta es otra señal no verbal que le permite a la otra persona saber que está escuchando e interesado en lo que tiene que decir. Cuando te inclinas para escuchar a los demás, otros se inclinarán para escucharte.
Recuerda que los líderes se comportan de una manera orientada a los demás y se centran en desarrollar relaciones recíprocas con los demás. Cuando respetas y reconoces a los demás, te devolverán el favor. Trata a los demás cómo quieres que te traten y serás tratado como el líder que quieres ser.
Te aseguro con estos seis tips te ganarás el respeto de tu equipo y tu sola presencia será más contundente que cualquier palabra

8 virtudes de un emprendedor que sus amigos reconocen


La mente de un emprendedor no sigue la misma lógica de quienes le rodean. Si tus amigos, tu familia o tu pareja no entienden por qué tu cabeza siempre está ocupada pensando en lo que será mejor para tu negocio, ¡no te preocupes! Es totalmente normal. Tal vez ellos no comprenden todo lo que has invertido y tu sueño de verlo crecer.

Acá algunas ideas que tendrán de ti y que, sí, puedes tomarlas como halago:



Haces demasiadas preguntas

Quieres aprender de todo, aunque no esté relacionado con tu negocio. Si te interesa algo que escuchas en una conversación, no te quedas sin preguntar para que te cuenten más. Aprovechar toda oportunidad para aprender es la mejor inversión. Te llena de herramientas que en cualquier momento podrás necesitar.

Tienes una biblioteca muy grande

El deseo de crecer en tu desarrollo profesional te mueve a investigar. Tu lista de libros puede estar encabezada por títulos de emprendimiento y negocios. Pero también habrá libros con temáticas que representan un desafío para ti. Si alguien se queja de que tienes más libros de los que podrás leer, déjalo. En cualquier momento vas a poder abrirlos y aprender de temas que no dominas.

Nunca sales del trabajo

No tienes un horario de salida de la “oficina”. Aun cuando no estás frente a tu computadora, mantienes la mente en el juego. No se trata solo de pendientes por atender, sino de un fluido constante de ideas y oportunidades para tu negocio.

Siempre sales con sorpresas

A falta de horario fijo de trabajo, en cualquier momento puede llegarte una llamada o una idea: donde te agarre, vas a atenderla. ¡No está mal! Por supuesto, los límites son importantes, pero es parte de aprender a buscar soluciones y resolver problemas. Serás una persona espontánea y nadie se va a aburrir de ti.


Eres experto en sacar cuentas

Tiempo y dinero son tus factores clave. No vas a invertirlo en lo que sabes que no será productivo ni disfrutable. Tienes olfato para reconocer qué sí lo es. Sabes optimizar recursos y es algo que tus amigos te agradecerán cuando salgas con ellos.

Eres selectivo en tus relaciones

Te rodeas de gente de todo tipo. Sabes lo importante que es ampliar tu red de contactos, pero valoras más a quienes te impulsan, te motivan y te permiten aprender de ellos. Estar con alguien inspirador mantiene vivo tu deseo de continuar esforzándote. Lo importante no es cortar relaciones, sino tomar lo mejor de ellas.

No te importa fracasar

Por supuesto que nadie desea que las cosas le salgan mal. Seguramente hay al menos un fracaso en tu historial, pero no te avergüenzas, porque has aprendido de cada uno de ellos. Tienes una o varias metas a la vez y trabajas para alcanzarlas. Sí, piensan que eres un soñador, pero eres de los mejores: el que actúa.

Tienes tiempo para todo

Tu agenda parece que está a punto de reventar. Tienes citas, reuniones, y pendientes por aquí y por allá. Sin embargo, administras bien tu tiempo y sabes sacar provecho del que queda libre. Dominas el trabajar bajo presión y tienes prioridades claras.

No es fácil seguirle el ritmo a un emprendedor. Tus hábitos pueden parecer extraños para los demás. No te preocupes si no logran acostumbrarse. Los resultados van a hablar por ti.

sábado, 7 de abril de 2018

7 neurotips para vender mejor según Jürgen Klaric

El influyente mercadólogo te enseña todo lo que debes saber para vender más hablando menos, en su nueva publicación "Véndele a la mente, no a la gente".

“Antes vender era sólo una técnica, hoy es una ciencia”. Así lo sostiene Jürgen Klaric en su nueva publicación “Véndele a la mente, no a la gente”, un libro de Paidós Empresa sobre neuroventas que es más bien una conclusión de varios años de estudios centrados en entender cómo funciona la mente humana en los procesos de venta.

En sus más de 200 páginas, el autor busca no sólo enseñarte a vender, si no que ayudarte a aprender a desgastarte menos, producir más, frustrarte menos y disfrutar más. Además te guiará por un "camino" donde podrás descubrir, entre otras cosas, qué le gusta escuchar a la mente, cómo venderle de forma diferenciada a una mujer y hombre, cómo cambiar las percepciones creadas, cómo desarticular el precio del juego o hacerlo jugar a favor y con cuáles palabras se activa la mente para comprar, entre otros.

Y es que para Klaric, el 85% de la decisión de todo lo que compras en tu vida es inconsciente o subconsciente y sólo el 15% restante es consciente.

Como un adelanto de lo que puedes encontrar en la publicación, te dejamos 7 neurotips para vender mejor, según Jürgen Klaric.

1. Busca el código simbólico de tu producto y adáptate: Antes de empezar a vender algo, tienes que buscar y conocer perfectamente el código simbólico de tu producto. Qué vendes y qué compra la gente, hay una gran diferencia.

2. Usa los ojos y el cuerpo para comunicar: Primero ve directamente a los ojos del cliente mientras le hablas y luego dirige tu mirada al producto que quieres mostrarles y la persona también empezará a mirar en la misma dirección que tú.

3. Actívale las emociones: El ser humano tiene cinco sentidos, todos ellos ávidos de estimulación efectiva. Si tú eres neurovendedor, lo mejor que te puede pasar es que tu cliente sea pura emoción en el proceso de compra. Te va a desgastar menos y tu discurso será mucho más efectivo.

4. Suspírale al reptil y encuentra la venta reptil: Anarquía, felicidad, control, dominación, reprod
ucción, placer, seguridad, protección, trascendencia, unión de la tribu, exploración, movimiento. No importa quién eres ni de qué cultura vienes, todo esto vive en tu cerebro y si tu producto puede cubrir una de estas cosas, vas a vender más rápido.


5. Maneja el discurso de ventas diferenciado para ambos géneros: Este es el error más típico  en el mundo de los vendedores: tienen un solo discurso unisex porque creen que sirve igual para mujeres que para hombres. La realidad es que lo que le tienes que decir a cada uno para venderle es completamente distinto.

6. No estresas ni invadas su mente: El cerebro necesita espacio para pensar y digerir la información. Deja de ser el típico vendedor insistente y pesado que llama dos veces por día. Lo único que consigues con eso es aterrorizar al cliente y que salga corriendo.

7. Sé visual y hazlo visualizar: Si no dispones de una infografía, tienes que usar un discurso que permita a la persona visualizar lo que quieres explicarle. El cerebro ama los gráficos, adora lo visual.